El Último Minuto

Eres como una roca encumbrada,
sin trazas de mareo por la altura,
tu cara seria y desencajada,
tus ojos negros llenos de tristeza,
una mueca de tu boca congelada
y los puños apretados con dureza.
Donde quedaron tus sueños,
en que soledad resquebrajada,
tal vez, en un capullo florido
de alguna ilusión aletargada,
restos de un amor desvanecido,
ausencia de una cálida mirada
y ninguna canción en los oídos.
Un frío helado corre por tu espalda
al sentir las heridas del fracaso,
solo un brillo solitario se percibe,
son las gotas de llanto por tu cara,
como el árbol sin hojas en su ocaso.
Una mano invisible aún te aferra,
mientras miras a lo lejos los tejados,
una cálida brisa te acaricia,
inundando de angustia ese vacío
por ser un lugar inexplorado.
Sin vértigo, parado en la cornisa,
a solo un paso camino hacia la nada.

 


Posted 20 diciembre, 2015 by admin in category Poesias

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*